Los choferes del transporte público serán sujetos a la aplicación del antidoping para garantizar que son personas sanas y que están libres de adicciones, afirmó el líder de la unión sindical de micros y taxis verdes en Victoria, Ramón Hernández Manríquez.
Sin embargo, el eterno dirigente cuestionó que sean los choferes o concesionarios quienes tengan que absorber el costo de este examen químico debido a que la economía de los dueños de los microbuses se encuentra muy debilitada.
Mencionó que en días pasados recibieron un oficio de parte de la Subsecretaría del Transporte en donde se les informa sobre la obligatoriedad de esta medida que tiene un costo de 507 pesos, cantidad que aunque no es mucho, para gran parte de los concesionarios es una cifra elevada debido a que sus ingresos son mínimos.
“Nos están pidiendo tenemos que pagar la aplicación del antidoping nos llegó un oficio para todos los operadores con costo para el chofer de 507 pesos que en realidad no es mucho pero para muchas rutas la situación está crítica”.
Por esta razón, algunos concesionarios están planeando organizarse para acudir a las oficinas de la Subsecretaría y pedir que sea el Gobierno quien se encargue de pagar el costo del antidoping pues la mayoría no tiene la capacidad económica para enfrentar ese gasto.
“Nosotros estamos de acuerdo en que se aplique por el bien del usuario y de nosotros mismos pero el antidoping muchos no lo pueden pagar, y tenemos este mes para cumplir con esta obligación”.
Por último aclaró que quienes se dedican a la prestación del transporte público están de acuerdo en que se les aplique el examen ya que los usuarios deben tener la certeza de que los choferes son personas sanas; en lo que no están de acuerdo es en que sean ellos los que deben pagar por esa prueba toxicológica.
“Hay algunas rutas que se van a manifestar en el buen sentido de la palabra, para pedirle a transporte que porque no absorbe gobierno del estado ese costo porque la situación es muy difícil, insisto, no estamos en contra de esta medida estamos seguros de que la gran mayoría de los operadores es gente sana y no tiene problemas de adicción”.