México es un país con una población aún predominantemente joven. De los 125 millones de habitantes que hay en el país, se estima que 30.6 millones tienen entre 15 y 29 años de edad, segmento que se considera como el típicamente joven en una sociedad, aunque en otras estimaciones, debido al incremento en la edad promedio de la población y en la esperanza de vida al nacer, se considera como población joven hasta la edad de 34 años.
EL MUNDO DE LA VIOLENCIA
De acuerdo con las estadísticas de mortalidad del Instituto Nacional de estadística y Geografía (Inegi), las tres principales causas de defunción en el grupo de edad de los 15 a los 24 años son las agresiones, los accidentes y los suicidios. Al respecto, es importante hacer notar que en lo que va de la presente década, a diferencia de lo que había ocurrido hasta el año 2009, hay varios años en que el número de homicidios rebasa al número de fallecimientos por accidentes.
En efecto, entre los años 2010 y 2017 el Inegi estima que hubo 47,506 defunciones por accidentes (de éstos, 28,493 fueron eventos de tránsito); en segundo lugar, se ubican las defunciones por homicidio, de las cuales se tiene un registro de 44,506 casos; mientras que el número de defunciones por suicidio asciende a 13,923 casos.
Es importante también subrayar que en 2017 y 2018 se han registrado las peores cifras en la historia reciente del país, en lo que a defunciones por homicidios de población joven se refiere, pues en el primero se perpetraron 7,029 asesinatos en el grupo de edad señalado, mientras que en el 2018 la cifra creció a 7,498, es decir, un incremento de prácticamente 7%.
Sin embargo, si el periodo considerado se extiende hasta los 29 años de edad de la población, entre los años 2010 y 2018 se han registrado 87,276 homicidios, es decir, un promedio anual de 9,697 casos; sin embargo, si se considera sólo a los últimos dos años (2017-2018), el promedio anual es de 12,472 homicidios para el grupo de 15 a 29 años.
ATRAPADOS EN LA POBREZA
Por su parte, los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), muestran que entre la población joven no se ha logrado romper con los ciclos de reproducción de la pobreza, lo cual rompe también con las probabilidades de este segmento etario de lograr movilidad social ascendente.
En efecto, para el grupo de 12 a 29 años, el Coneval estimó que en 2008 había un 43% del total de quienes formaban parte de ese segmento etario se encontraba en condiciones de pobreza, mientras que sólo el 18.4% era considerado no pobre y no vulnerable; en números absolutos la cifra era de 15.7 millones de adolescentes y jóvenes en pobreza; 14 millones más en algún grado de vulnerabilidad, frente a 6.7 millones que eran considerados como no pobres y no vulnerables.
Diez años más tarde, en el 2018, el Coneval estima que el 42.4% de quienes tienen entre 12 y 29 años de edad se encontraban en condiciones de pobreza, más un 38% que eran vulnerables por carencia social o por ingresos; en números absolutos las cifras son de: 16.2 millones de adolescentes y jóvenes pobres; 14.5 millones vulnerables; y únicamente 7.5 millones que fueron considerados como no pobres y no vulnerables.