La Iglesia convocó a los fieles católicos a participar de la celebración del Miércoles de Ceniza este 6 de Marzo; el padre José Dolores Muñoz Rodríguez (Lolo) exhortó a la gente a reflexionar sobre el significado de esta fecha y que comprendan que recibir las cenizas debe ser un acto de fe y no de costumbre.
Explicó que con el Miércoles de Ceniza inician los 40 días en los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa periodo que resume el triunfo de Jesús sobre la muerte; en este tiempo los católicos cristianos deben esforzarse por ser mejores personas y procurar ayunar, orar y hacer buenas obras.
“A partir de esta fecha y todos los viernes de la Cuaresma los católicos deben procurar ayunar, orar y hacer buenas obras”.
El líder religioso sostuvo que la imposición de la ceniza es un acto de humildad y recuerda al cristiano su origen y su fin; también representa la oportunidad de arrepentirse y de creer en evangelio. Por este motivo animó a los fieles a que acudan a recibir este polvo, que el sacerdote coloca en la frente, pero con verdadera fe y no solo por costumbre.
“La invitación sería participar ir a recibir este signo pero hacerlo de corazón hay personas que solo lo hacen por costumbre o superstición de que si no la reciben les pasara algo. La imposición de las cenizas nos recuerda que somos polvo y en polvo nos convertiremos recordando que vamos de paso, que tenemos un destino y no es la tierra. Arrepiéntete y cree en el evangelio, es decir, creer en lo que Jesús nos dice para arrepentirnos y poder ir al cielo”.
El Miércoles de Ceniza es una celebración litúrgica móvil a que tiene lugar en diferente fecha cada año, siempre relacionada con la también móvil celebración de la Pascua. Puede acontecer entre el 4 de febrero y el 10 de marzo. Son 40 días antes del domingo de Ramos con lo que inicia la Semana Santa.
Estas cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza de los fieles como signo de la caducidad de la condición humana; como signo penitencial, ya usado desde el Antiguo Testamento; y como signo de conversión, que debe ser la nota dominante