El jurado de una corte federal del Distrito Este de Nueva York encontró culpable a Joaquín «El Chapo» Guzmán de los 10 cargos que lo acusó la Fiscalía General de Estados Unidos y fue condenado a cadena perpetua sin derecho a fianza.
Luego de casi 4 meses de juicio y poco más de una semana de deliberaciones, los 12 integrantes del jurado alcanzaron un consenso universal respecto a diversos cargos vinculados con crimen organizado, lavado de dinero y coordinación de una empresa criminal.
El juicio contra Guzmán Loera arrancó el 5 de noviembre de 2018 y en total se entrevistaron a más de 56 testigos, para sumar más de 200 horas de testimonios sobre la vida y las operaciones ilícitas en las que se involucró el líder del Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con documentos oficiales, el primero de los cargos imputados a Guzmán Loera se refiere a su Participación Continua en una Empresa Criminal, concepto que concentra 27 distintas violaciones entre las que se incluyen el tráfico de más de más de 200 toneladas de cocaína a territorio estadounidense durante un periodo de dos décadas.
Por ese cargo, el jurado consideró que la fiscalía logró acreditar, sin ningún tipo de duda razonable, que la organización en la que participó «El Chapo» obtuvo ingresos por un mínimo de 10 millones de dólares durante un periodo mínimo de 12 meses a partir de la manufactura, importación y distribución de cocaína.
La segunda acusación hace referencia a la Conspiración para la Manufactura y Distribución Internacional de Cocaína, Heroína, Metanfetamina y Mariguana, en donde se preguntó al jurado sobre si se aportaron las pruebas suficientes para sustentar el involucramiento en dichas actividades.
Los ocho cargos restantes son: Conspiración para Importación de Cocaína, Conspiración para Distribución de Cocaína, Distribución Internacional de Cocaína, uno más de Distribución Internacional de Cocaína, uno más por Distribución Internacional de Cocaína, uno más por Distribución Internacional de Cocaína, Uso de Armas de Fuego y Lavado de Dinero Procedente de Narcóticos.
Durante el proceso, los testigos presentados por la Fiscalía estadounidense declararon la participación de autoridades mexicanas en la creación del imperio de Guzmán Loera, tanto de funcionarios federales de alto nivel como de mandos militares, a quienes se les pegaron sobornos millonarios para permitir las operaciones del Cártel de Sinaloa.