Migrantes centroamericanos rompieron este domingo cercos de la Policía Federal y policías estatales en Tijuana, Baja California, y un grupo llegó hasta la valla metálica en la frontera, custodiada por elementos de la patrulla fronteriza e incluso militares de Estados Unidos.
De acuerdo con la agencia AFP, ante estos intentos de cruzar la frontera se registró el caso de guardias estadounidenses que lanzaron gases lacrimógenos a los migrantes en territorio mexicano, para contenerlos. Además, helicópteros de ese país sobrevolaron la zona.
La secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, justificó la reacción estadoundiense y acusó que miembros de la caravana migrante intentaron agredir a agentes fronterizos.
“Trataron de traspasar la infraestructura de la barda en la frontera e intentaron hacerle daño a personal de CBP lanzándoles proyectiles”, señaló Nielsen.
“El DHS no tolerará este tipo de ilegalidad y no dudará en cerrar puertos de entrada por razones de seguridad pública. Perseguiremos judicialmente con todo el peso de la ley a cualquier que destruya propiedad federal, ponga en peligro a nuestros operadores y viole nuestra soberanía”, agregó respecto al cierre este domingo de la garita de San Ysidro.