Las ciudades han crecido de manera insostenible, nos hacen dependientes del transporte motorizado privado, debido a que han sido diseñadas para movernos principalmente en vehículos de fuerza motriz, que han generado severos problemas sociales, de salud y ambientales.
Las estadísticas revelan que más de la mitad de la población mundial habita en las ciudades y esta cifra sigue en aumento. En las ciudades, es donde se genera gran parte de la contaminación del mundo sin miramientos que afectan a los seres vivos por igual. Por ello, si queremos dar solución y mejorar nuestra salud y bienestar debemos replantear un diseño y espacios, necesitamos una revolución de pensamiento, pero sobre todo valor para llevar a cabo las acciones necesarias y modificar nuestros entornos.
En base a la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano y los acuerdos internacionales, las ciudades toman como principal figura al peatón y a vehículos no motorizados, como las bicicletas.
Los peatones y ciclistas urbanos son la clave para crear ciudades sanas, con ello se logra disminuir en un 20% la contaminación de gases de efecto invernadero global, se mejora la salud de los ciudadanos, se evitan sequias e inundaciones, se impiden accidentes vehiculares mortales que generan discapacitados.
La presencia de personas en las calles promueve la vida e interacción social, impulsa la economía local, se disminuyen los índices de estrés, depresión y ansiedad, se crean ciudades “resilientes” capaces de adaptarse a los cambios climáticos.