Este fin de semana, decenas de personas hicieron fila en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, ubicado en el municipio de San Pedro Tlaquepaque, en Jalisco, con la esperanza de que alguno de los cuerpos resguardados en los tráileres sea el de sus familiares desaparecidos.
Alejandro Puerto fue uno de ellos, Esperó por más de ocho horas ahí en búsqueda de su sobrino Carlos Arturo Ruiz Puerto, un joven de 30 años que desapareció el 6 de marzo del año pasado, en el municipio de El Grullo, al suroeste del estado.
Y la espera para todos era muy larga, porque te pasaban a una oficina donde realizaban la búsqueda, cotejando la descripción que tu habías dado en el primer filtro, con la base de datos del Instituto.»
El detalle fue que esta base de datos no es ni siquiera digital, no es una base datos fiable, lo datos ni siquiera están protegidos. La base datos con la que ellos la cotejaban eran unas carpetas de archivo, de esas verdes con aros grandes».
Carlos Arturo Ruiz viajaría del municipio de El grullo hacia Unión de Tula, para visitar a su esposa y sus hijos, pero no llegó a su destino y dejó de contestar su celular.
A pesar de haber esperado ocho horas en el Semefo, Alejandro Puerto salió sin respuestas. Asegura que le pidieron que regresara otro día más temprano, porque por las tardes solo se revisan archivos de este año y su familiar desapareció en 2017.
El problema que yo identifiqué fue un problema de protocolo, de logística, no hay un esquema claro de cómo debe de proceder ni los familiares, ni el instituto, para tema de búsqueda de un desaparecido”.
Mientras estábamos ahí, les estaban instalando internet a algunas áreas apenas y había gente que llegaba con equipos de cómputo, lo que me hace pensar que en realidad están saliendo al paso del tema. No es solución de fondo.»
Alejandro, como decenas de familiares de desaparecidos que visitaron el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, regresará para pedir que busquen en los archivos a su sobrino Carlos Arturo Ruiz, aún quedan 422 cuerpos refrigerados. Para su familia son una esperanza.