El designado a encabezar la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Javier Jiménez Espriú, estimó en 150 millones de pesos el costo de realizar una consulta ciudadana en octubre para definir el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), aunque aclaró que la misma podría no ser definitiva respecto al proyecto.
En entrevista con Azucena Uresti, en Radio Fórmula, el próximo funcionario federal reiteró que la postura de su equipo de especialistas es que «sí se puede» llevar a cabo la construcción de dos pistas y una terminal en la Base Militar de Santa Lucía, para que sea esa opción, y no la actual del Lago de Texcoco, la que se implemente durante la administración de López Obrador.
Jiménez Espriú dijo que hasta el momento existen dos opiniones sustentadas sobre el destino del proyecto: una elaborada por la agencia MITRE que considera inviable la operación en Santa Lucía y recomienda seguir con el proyecto actual; la otra, respaldada por el equipo del próximo funcionario y especialistas chilenos, que sí ve posible la suspensión de la construcción en curso y establece en 70 mil millones de pesos el costo de las dos pistas y terminal en la Base Militar.
«Nosotros vamos a partir de que sí se puede. Vamos a tener diagnósticos de grupos interesados, que ellos hagan sus propios análisis, vamos abrir foros, que se abran los espacios para informar a la comunidad e informarnos sobre todo lo que tenga que ver con el aeropuerto. A partir de que se puede, vamos a revisar los impactos económicos, ecológicos, hidrológicos y de turismo», indicó.
Esta mañana, el presidente electo aseguró que la consulta ciudadana planeada para octubre será vinculante, es decir, que su resultado marcará el rumbo definitivo del aeropuerto. No obstante, Jiménez Espriú puntualizó a Uresti que aún y cuando los ciudadanos decidan frenar el proyecto en la consulta de octubre, todavía deberá realizarse un estudio adicional que determine la viabilidad, para ese momento, de la propuesta.
«Si la comunidad nacional dice que siga el aeropuerto, que se siga. Nosotros vamos por la opción de Santa Lucía. Si se aprueba haremos otro estudio y si no se puede seguimos con el otro. La consulta puede costar 150 millones de pesos, que no tienen nada que ver con los 300 mil que cuesta el nuevo aeropuerto o los 70 mil de Santa Lucía».