Una mujer que narra haber sobrevivido a la trata de personas en México acusó en un video a militares de estar coludidos con redes de explotación sexual.
El testimonio anónimo de esta mujer, publicado por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), relata cómo desde los 19 años, cuando estudiaba inglés, fue “enganchada” por una de sus compañeras en la escuela, para trabajar primero como mesera.
En ese trabajo conoció a un tratante, quien la engañó y la forzó a prostituirse, después de quedar embarazada.
“Nos casamos, estuvimos como 6 meses de luna de miel y me preñó, ahí empezó el martirio. Me dio un golpiza por no haber ido a abortar, casi me saca mi niña a golpes”, narró la mujer.
La víctima relató que su proxeneta fue detenido en un operativo que involucró a personas secuestradas y droga, por lo que ambos fueron detenidos. La mujer acusó también haber sido engañada para arrebatarle a su hija, pues le dijeron que la llevarían al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), pero al salir de la cárcel se percató que no fue así.
Desde entonces, aseguró que no ha vuelto a ver a su hija, y que fue nuevamente explotada.
Tras presenciar el asesinato de un federal a manos de sus tratantes, la mujer, junto con otras víctimas, iba a ser asesinada, pero tras una distracción de sus agresores logró escapar y salir a una carretera.
“Tuvimos sexo con un policía federal, ocho chicas, y él se volvió muy loco y a todas nos golpeó. A él lo matan entre ellos, lo jalan para allá, le quitan toda la lana, un balazo, punto… Los soldados me vieron, me levantaron, me cogieron y regresaron”, contó sobre la presunta participación de los militares en la red de explotación.
“Estuvimos en toda la República Mexicana en el secuestro, no nos podíamos salir; tuvimos sexo con federales y soldados y todos, pero no se podía hablar, quien hablaba moría, muchas murieron”, explicó la mujer, quien dijo haber sido liberada por un comandante después de trabajar como “cocinera de crack” para los elementos.
El testimonio dijo que fueron cerca de 22 años de violencia y explotación de diferentes grupos organizados.
El primer paso hacia su recuperación, dijo, fue haber interpuesto una denuncia ante Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra) y posteriormente recibir atención de la CEAV, quien la ha apoyado para tratamiento médico, psicológico e incluso para la adquirir un departamento.