milio, un niño de apenas tres años, salió el pasado domingo a una tienda ubicada junto a su casa, en el poblado C-31 de Huimanguillo, Tabasco. Adentro del establecimiento, una enfermera que era su vecina y un cómplice lo plagiaron, lo sedaron y lo asfixiaron.
Anoche, luego de más de 72 horas de búsqueda, el cuerpo del menor apareció dentro de una caja de cartón en una casa de seguridad ubicada sólo a dos casas de su hogar.
El niño llevaba tres días de fallecido, con señales de que fue asfixiado el mismo día que lo secuestraron; presentaba también diversas costillas rotas con rastros de maltrato y golpes.
La Fiscalía de Tabasco se declaró consternada por este crimen atroz”. El fiscal Fernando Valenzuela Pernas expresó que la FGE cotidianamente trata con todo tipo de eventos trágicos, “pero este monstruoso crimen nos tiene conmocionados”, dijo.
Valenzuela indicó que el sedante se lo inyectaron en uno de sus brazos, supuestamente para que el menor no llorara.
Agentes de la Fiscalía de Tabasco capturaron ayer mismo en la casa de seguridad a la enfermera, de 26 años y a su cómplice, de 18 años. Ambos mantienen una relación sentimental.
Aseguró el fiscal que la pareja trató de realizar con el niño un “secuestro exprés”para exigirle a sus padres alguna cantidad de dinero por su rescate.
Mencionó que pactaron con los padres una cantidad mínima para dejar en libertad al menor, pero como la familia no contaba con el dinero porque son de escasos recursos, no se pudo concretar la negociación.
El cuerpo del niño presenta asfixia mecánica, lo que evidencia un ahorcamiento, explicó Valenzuela Pernas.
Se hará justicia en este homicidio que ha consternado a la sociedad tabasqueña”, prometió el Fiscal Valenzuela.
Desde anoche los tabasqueños a través de la radio y redes sociales, se volcaron en condolencias y repudio por este crimen y exigieron la pena de muerte o cadena perpetua para los homicidas.